Mascarilla Casera para Piel Sensible Post Verano
Una vez he vuelto a casa después de vacaciones hago mi sesión especial de Spa Casero, me reservo dos horas antes de irme a dormir para relajarme y dedicarle a mi piel los cuidados necesarios, la verdad es que mi piel lo agradece, yo hoy quiero compartir mi Mascarilla Casera para Después del Verano, ¿te quedas conmigo?
Lo primero y más importante es que determine para que tipo de piel ¿verdad? Pues bien, si sufres de piel seca y sensible o si el acné es tu problema creo que esta mascarilla puede beneficiarte, es mi dos en uno favorito, hidratación y exfoliación en la misma aplicación.
Los ingredientes principales de esta mascarilla casera serán la avena y la miel. La avena es un excelente exfoliante, esta permite retirar las células muertas. Por otra parte tenemos la miel, que es la que nos aportará hidratación a la piel, vitaminas y estudios realizados confirman que al mezclarlo con la avena incrementa sus propiedades.
¿Cómo preparar la Mascarilla Casera para después del Verano?
Consigue un bol o vaso para mezclar todos los ingredientes. Os recomendaría un vaso porque vamos a emplear pequeñas cantidades.
Asegúrate de que la avena tenga una textura fina, similar a la de la harina. Si está muy granulosa puedes emplear una licuadora o un molinillo de café (es lo que empleo yo) para conseguir una textura más ligera.
Coloca la avena en el bol o vaso, yo suelo echar 3 cucharaditas de café.
Añade un poco de agua caliente y mézclalo muy bien. Al tener que conseguir una textura suave te recomiendo que añadas cucharadas de agua caliente, la integres con la avena y si necesitas más ir añadiendo a la mezcla poco a poco.
Dejamos enfriar un poco la mezcla para que la avena absorba el agua y se ablande.
Ahora será el momento perfecto de añadir la miel y revolver bien el contenido. Yo simplemente aplico una cucharada de café pero cerciórate de que se incorpora a la mezcla completamente.
Podrías considerar añadir o sustituir otros ingredientes, puedes dejar tu mascarilla hasta aquí y aplicarlo en el rostro o puedes añadir un poco de plátano (como hago yo a continuación).
Otros ingredientes que podrías sustituir por otros serían los siguientes:
· En vez de usar agua caliente, usa 1 cucharada de leche fría.
· Puedes emplear 1 cucharada de té de manzanilla en vez de agua.
· Considera añadir unas gotas de aceite de almendras.
· Reemplaza el agua con 1 cucharada de aceite de oliva para obtener una mascarilla más nutritiva.
Estas son algunas de las ideas que os propongo para adaptarlo mucho más a cada tipo de piel, esto es ir jugando y probando hasta que demos con lo que nuestra piel necesita.
Espero que pongáis en práctica esta mascarilla y lo adaptéis a vuestras necesidades con los trucos que os he dejado al finalizar el post, ya sabes que si te ha surgido alguna duda puedes escribirme en los comentarios y lo antes posible te contestaré para ayudarte. Ahora me despido por hoy, espero que vuestra vuelta de vacaciones no haya sido muy dura, os deseo un día estupendo y no olvides que este viernes vengo con otra entrada.
Un abrazo.
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1 comentarios
Me gusta mucho tanto la mascarilla como los tips que das para variar ingredientes. ¡Tú sí que sabes cuidarte!
ResponderEliminarUn besazo!